viernes, 25 de enero de 2013

EN QUE HUBIERA INVERTIDO EL TIEMPO...

Ahora que ya estoy en el "otro lado" os quiero contar que hubiera hecho si hubiera sabido lo que es ser mamá adoptiva, si me hubieran aconsejado como llenar la espera de forma que me resultara eficaz para la verdadera aventura que comienza una vez que abres la puerta de tu casa con tu hijo en brazos (o de la manita)...
 
Comprendo, porque tengo demasiado reciente, lo que es tener paciencia y cuando ya no puedes más buscar dosis extras que no te hagan caer en una locura de angustia, ansiedad, miedo, desesperanza... y mil calificativos que sólo nosotras sabemos...
Empiezas este camino con un optimismo sin igual, te sientas frente a san google y buscas todo tipo de información sobre adopción, llegas a la charla, los cursos, el temido ci, obtienes el positivo, eliges el país de donde vendrá ni más ni menos que nuestro hijo, decisión difícil porque nadie asegura el final de ese proceso, una mala decisión puede suponer años de espera, un proceso poco transparente, estar a merced de una ecai con méjor o peor saber hacer,... Uff, pero una vez sorteado todo esto, preparado ese primer tesoro que es nuestro expediente, llega lo peor... Ya no tienes nada que hacer, ya no te sientes parte activa, sólo queda esperar...
 
Qué cosas llenaron mi espera?
 
Lo primero que hice fue empezar a escribir un diario, que luego se convirtió en un BLOG. Es algo que volvería a hacer, me ha permitido conocer a muchísima gente, sentirme comprendida y muy querida en estos años y lo más importante, sé lo que sentí en cada momento, puedo leerlo y releerlo, mantenerlo fresco en mi memoria para poder ofrecerle a mi hijo lo mucho que lo quise, lo esperé, lo luché hasta que pudimos tenerle.
 
Otra cosa que decidimos es sentirme "embarazada", es decir, no pensar en un triste final, si no que llegaría a ese "alumbramiento" por lo que preparé tu llegada comprando algo para tí cada mes, era mi forma de celebrar que tu vendrías, llenamos la espera de cuentos, música, pequeños juguetes, de tu camita, tus sabanas, pequeños detalles que iban llenando tu nido... Lo volvería a hacer, me sirvió de refugio cuando mis fuerzas flaqueaban, sentarme en mitad de tu habitación y decirme "vendrás, vendrás", llenaras este espacio con tus risas, tus juegos... Cuando ahora lo veo dentro aún, un año después, se me llenan los ojos de lágrimas.

Leer sobre adopción, creo que es muy importante, que te da armas para una posterior comprensión de muchas situaciones, debemos ser conscientes que los comienzos no son fáciles y a veces, nosotras mismas, no queremos decir que también nos está superando la situación porque parece que se nos juzga más, es un pequeño que no ha decidido voluntariamente venir a nuestras vidas en la mayoría de los casos, que lo descolocamos de su rutina, que lo montamos en un largo viaje de avión sin comprender que debe hacer su duelo, que durará más o menos dependiendo de muchos factores, que tb somos en la mayoría madres novatas, que la depresión "post-parto" también la podemos sufrir... Muchas hemos idealizado esos primeros meses y, a veces, son muy, muy duros... Yo siento que en mi caso nuestra "luna de miel" vino varios meses después... Tener capacidad de afrontar las situaciones con buenos recursos me parece muy importante. Aquí añadiría algo que hice a posteriori... Leer también sobre la crianza en general... En mi caso, creo más en la crianza natural, en el colecho, en el apego que nos da el puro instinto maternal que llevamos dentro, en los brazos, el porteo, en vivir pegaditos, en no forzar las comidas, en escuchar sus ritmos, en tratarles con respeto, sin gritos, sin amenazas... (parece obvio y fácil pero requiere de mucho autocontrol y paciencia cuando estás al borde del agotamiento)... Hay libros que me leí los primeros meses que me hubiera gustado tenerlos grabados a fuego desde mucho antes: "Padres liberados, Hijos liberados", "Como educar sin gritos, amenazas ni castigos", "Bésame mucho" (y cualquiera de Carlos Gonzáles), Dormir sin lágrimas,...
 
Cuidarnos, en eso fallé estrepitosamente, los casi 8 meses que pasaron entre la asignación y el juicio fueron horribles, entré en una espiral de la que no supe salir hasta que viajamos a por él (la ecai ayudó bastante a sentirme tan mal), no comía apenas, me convertí en una insomne, solo lograba dormir si tomaba alguna cosa, la homeopatía me ayudó a descansar muchas noches después de probar hasta la dormidina sin resultado. De ser bastante deportista, pasé a no reunir las fuerzas para nada, ERROR, físicamente hay que estar fuertes. No pasamos por un embarazo, y muchas nos encontramos con un pequeño con un peso ya considerado o, en nuestro caso un peque terremoto de 27 meses, que no tiene fuerzas para andar porque se ha pasado encerrado mucho tiempo, al que tienes que portear porque él lo necesita y tu también, ese contacto físico es primordial. Empieza a dolerte todo conforme pasan los días, la espalda ya ni te responde y los brazos ni te digo... Además algo que parece común en los pequeños abysinios es que son verdaderos ciclones de energía y seguir su "marcha" es duro, pero muy bonito. Así que comer bien, descansar, estar en forma, cuidar la "psique" intentando hacer otras cosas que despejen nuestra mente de lo que se convierte en monotema para nosotras, disfrutar en pareja porque luego se pasa a otra etapa en la que tus energías se desdoblan y se focalizan a quienes nos necesitan que son nuestros hijos... Hasta que no les coges el "tranquillo" nos descuidamos a nosotras mismas, cuando más a nuestros momentos de pareja...
 
Otras cosas que me ayudaron muchísimo fue en rodearme de familias de nuestra Ecai que se convirtieron en amigas, en confidentes muchas noches de pena, que me ayudaron cuando viajaban proporcionándome fotos, videos, relatos que me permitieron conocer a mi hijo en la distancia... Fué un arma de doble filo porque el dolor por su ausencia se incrementaba, pero lo conocí y lo amé hasta lo indecible sin haberlo siquiera acariciado. Poder luego darle a tu peque "amigos" con los que compartir "identidad", orígenes,... también me parece muy importante.
 
En otro post contaré más sobre el viaje y que me pareció imprescindible y que no llevaría si hubiera sabido más...
 
Esta es una entrada menos sentimental, pero sé que la espera es un tramo muy amargo, que cuando ya somos mamás ese dolor se mitiga, pero no se olvida, son años muy, muy duros, demasiado largos... Muy injustos porque se ralentiza por oscuridad en los procesos, cuando las Ecais deberían ser transparentes y garantizar que realmente sean niños que necesiten ser adoptados, que sus familias biológicas sean conscientes de lo que supone en muchos casos entregar a sus hijos,... Hay mucha ignorancia, a veces, y muchos avispados llenándose los zurrones y no precisamente en el país... pero eso ya es otra historia....

 
 
 

miércoles, 16 de enero de 2013

UN AÑO... NOS QUEDA TODA UNA VIDA

El 20 de noviembre hizo un año que entramos por la puerta de la casa cuna, con el corazón a mil por hora, con el estómago encogido de puro nervio, aguantando las lágrimas... Ahí descubrimos el significado de sentir una "explosión de emociones"...
Estabas sentadito, junto a los más pequeños de la casa, en ese colchoncillo en el que había transcurrido tus días, tantas horas, tus noches... Eras tan pequeñito, tan perfecto... Aún te miro cuando recién te duermes y pienso en quien te habrá regalado esos ojitos rasgados, esa boquita tan perfecta, esa expresión de eterna alegría... Quién habrá hecho posible que tu nacieras? Que hilos del destino se movieron para que llegaras a nosotros? Eres tan nuestro que dudo que alguna vez en tu corta vida no hayas estado en mis brazos, te soñé tanto, te sentía tanto en la distancia que no tendré vida suficiente para agradecer que vinieras a nosotros... Mi niño, mi pequeño torbellino...
 
El 8 de diciembre y después de 3 retrasos en el juicio estando ya en Addis (y muchas lágrimas por los nervios y las situaciones que estábamos viviendo) por fin fuiste "legalmente" nuestro, cuando la jueza por fin terminó y nos dijo que ya eras nuestro hijo los dos lloramos en silencio, nos dimos las manos y sentimos que por fin tanta lucha tenia significado, ya nada nos separaría, se acabaron los temores, se acabaron las amenazas de la Ecai, era el punto de inflexión tan esperado... El comienzo de nuestra vida en familia... Tú, tan ajeno a papeleos y vacía burocracia, estabas abriéndote a la vida que tan injustamente te habían negado, 27 meses de encierro, mucho que ver, mucho que aprender, mucho que sentir... Nosotros eramos tus ojos, tus manitas,... tus sentidos.
 
Los primeros meses en casa  no fueron fáciles, me vi muy solita, papá trabajaba y trabaja más horas de las que quisiera, inexperta, no sabía como de bien o mal estaba haciendo las cosas, lloré mucho, me esforcé aún mas... Sólo quería tu felicidad, pero necesitaba que te tranquilizaras y te dejaras llevar... Era para tí tanto cambio!! pero para mi todo era tan nuevo también!! quería buscar la solución en libros, en foros,... como llegar a ser la mamá que nunca perdiera los nervios, que nunca alzara la voz, que no te hiciera llorar, que te acompañara en las rabietas de la mejor manera posible, ... Uff!! Me sentía culpable por no irradiar alegría por los 4 costados, en los malos momentos pensé si la maternidad me quedaba grande... Van pasando los días y todo empieza a rodar, comenzamos a entendernos, a acoplarnos como una familia,... Me relajo, me dejo llevar por tí, por mi instinto de madre recien estrenada... así logro relativizar los momentos de crisis, disfrutar de tantísimos momentos buenos que pasábamos, los más...
Ahora después de algo más de un año estoy más que contenta de como fue todo, con lo bueno y con lo malo, cuestionarme me sirvió para evolucionar, para crecer como persona también y para darme cuenta que no somos ni debemos ser perfectas, solo quiero ser la mejor mama para tí. 
 
Ahora ya tienes más de 3 años, ese bebé de energía incombustible y desatada ya no existe, sigues siendo un torbellino pero estás aprendiendo a canalizar todo tu potencial, empatizas con lo pequeño que eres de una manera increible, eres más que cariñoso, eres sensible, necesitas aprender, sentirte independiente, autónomo, ries a cada minuto de una forma que contagias a todo tu alrededor, eres un señor carácter, cabezota que sabe lo que quiere y lo quiere YAAAAA... Ays, la paciencia aún no es lo tuyo, pequeño bombón!!!!
 
Hemos evolucionado todos, has llenado mi vida, mis horas. Ser madre es difícil, mucho... pero los sentimientos que proporcionan tener un hijo son indescriptibles, olvidarse de una misma, pasar a tercera persona para dejar paso a un amor tan infinitamente grande que sale por la piel, que crea adicción, un amor tan puro que solo existe y solo te lo propociona la maternidad. Un querer ser mejor persona porque para tí, tus papás son tu ejemplo, tu mundo. Eso es una responsabilidad enorme, tenemos que ser tu mejor espejo, darte las mejores armas y fallarte no me lo perdonaría.
 
Ha pasado un trimestre ya en el cole, te has adaptado a la perfección, nos lo has puesto muy fácil, como tú dices: "Voy a trabajar y a pintaros muchos tesoros". Nos dieron tus "notas", tu seño Salu nos dijo que estaba muy, muy contenta contigo, todo perfecto, ninguna observación, te ha integrado, participas con alegría de todo, sigues irradiando todo ese carisma con el que te conocimos, tienes muchos amigos, sabes diferenciar quien hace cosas que no estás bien y me lo cuentas, quieres mejorar, quieres superarte un poquito más cada día, eres competitivo y lo llevas a casi todos los terrenos. Con el libro viajero contamos tu historia, ahora tus compañeros saben porque tienes la piel negra, que naciste en un sitio muy lejano, en Addis y que cogiste ni más ni menos que 3 aviones para venir a Málaga!!! (eso es lo que más los ha entusiasmado a todos)
 
En esta Navidad aprendiste ya a montar en bici sin rueditas, estas aprendiendo a nadar sin meter la cabecita, hablas perfectamente, demasiado bien incluso... Esta Navidad ha sido muy especial, la has vivido al cien por cien, hicimos nuestro calendario de adviento, cada día una sorpresa relacionada con la Navidad. Así aprendiste las tradiciones de esas fechas. Te disfrazaste de Papá Noel en la fiesta de fin de curso, no quería ir de pastor, tenías claro que aquel señor de rojo eras mas "chuli". Has esperado nervioso los regalos, has comido las doce uvas, has bailado y aprendido villancicos. Los has cantado, y aún cantas, a todas horas. Montamos el arbol, el belén, tocamos la pandereta, encendimos bengalas, hicimos galletas, pusimos nieve en las ventanas, contamos cuentos navideños... Hemos disfrutado mucho este mes de diciembre!!
 
Un año ya!! Empieza este 2013, una vuelta a la rutina, la nuestra. Ahora me parece demasiado sencilla. Los días pasan muy rápido, quiero retener todo esto en mi memoria, te me haces mayor muy rápido, tú tienes muchas ganas de crecer y yo quiero tenerte mucho más tiempo pegadito a mi, cogerte en brazos, seguir achuchándote sin parar, que me sigas necesitando... No tengas prisa, mi pequeño!!